miércoles, 1 de agosto de 2007

La gente se aburre mucho...

Normalmente, juro que no me pasan tantas cosas. Ni siquiera estoy condensando semanas o meses de anécdotas para tener algo que contar en este blog, ni estoy ansioso por explicar todo lo que me pasa, pero es que lo de hoy es de juzgado de guardia. Ignoro el tamaño de la mierda que debo haber pisado, así como tampoco sé si lo he hecho con el pie equivocado, aunque a tenor de lo sucedido, fijo que algo ha fallado.

Vayamos por partes porque la cosa tiene miga.

Hoy, después de salir del curro, a eso de las tres de la tarde no he ido directamente a mi casa, sino que se me ha ocurrido pasarme por el Decathlon de la zona comercial de Sant Boi de Llobregat para comprarme una de esas bandoleras para mis objetos personales (esta vez nada relacionado con el bricolaje, la educación o la informática). Debido a un error en el etiquetaje de los expositores, la cajera pretende cobrarme prácticamente el doble de lo que indicaba el expositor. Así que me planto y le planteo la situación, ante lo cual deciden llamar al vendedor de la sección, el cual después de ponerse un poco bravo debe admitir que el error es suyo y no mío, ya que era él quien debería haber velado por el correcto etiquetaje, y me cobran el precio rebajado. Se va el vendedor y la cajera me da la razón (para mi que tenían algún contencioso personal previo).

Acto seguido abandono el centro comercial, me subo al coche y cambio todos esos objetos que me acompañan donde voy y los pongo en la nueva bandolera. Entre tanto noto que el coche está, no sé, ¿inclinado hacia la derecha?. Un mal presagio me nubla las entendederas, bajo del coche, voy hacia el lado derecho y... ¡joder, la rueda pinchada! Me acerco a ella y... ¡hostias, me la han rajao'! Cuatro navajazos en paralelo en la parte superior (como soy anti-mobil no tengo cámara y no puedo inmortalizar el momento). Vamos, que quien lo hizo no tuvo ni que agacharse.

Lo primero que me pillo es un rebote del quince. ¿La gente se aburre mucho?¿Folla poco?¿Tiene el cerebro sin amueblar? Es un parquin público, soy un visitante anónimo y me ha tocao' la china. No hay más. ¿Por qué? Yo que sé... a uno que no le iban a renovar el contrato en septiembre en un arrebato no se le ocurre otra cosa que pegarle fuego al monte y ¡toma! veinte mil hectáreas a tomar por... Así que, porqué a alguien no se le va a ocurrir pegarle cuatro navajazos a la rueda trasera de un coche que no tiene nada de especial. Lo que digo yo: aburrimiento, incapacidad para superar las frustraciones, ... no sé.

Debo reconocer que pensé en el vendedor del Decathlon como posible autor, pero ni me conocía, ni sabe qué coche tengo ni tampoco le vi yo que pudiera pertenecer a los X-Men y desplazarse a la velocidad de la luz ni detener el tiempo para ejecutar la proeza.

En fin... mañana cambio los dos neumáticos. Suerte que tenía que cambiarlos. Algo positivo tenía que haber.

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